Playa del Carmen, Q. Roo.— Con el corazón firme, el arco en mano y la experiencia vivida en Tokio 2020 como motor, el arquero paralímpico quintanarroense Omar Echeverría Espinoza inicia su camino rumbo a Los Ángeles 2028, decidido a representar nuevamente a México en los máximos escenarios deportivos.
Aunque no logró clasificarse a París 2024, su motivación permanece intacta. “Tokio fue un aprendizaje profundo. Me enfrenté a los mejores del mundo. Ahora toca comenzar de nuevo, con la misma pasión”, afirma Omar desde Playa del Carmen.
Recientemente, el atleta volvió al podio en la Copa Presidente 2025 en Tlaxcala, con una medalla de bronce individual y oro en Equipos Mixtos junto a su compañera Lya Sánchez, quien también se coronó campeona en individual. Además, la playense Larissa Esteban se llevó dos medallas de bronce, una de ellas junto al paralímpico Víctor Sardina.
Todos ellos son entrenados por Hilda Martell, presidenta de la Asociación de Tiro con Arco de Quintana Roo, quien celebró los logros de sus pupilos.
A sus 44 años, Omar no solo entrena con intensidad, también forma a nuevas generaciones en un campo de tiro en Tulum, compartiendo técnica, valores y una historia de vida transformadora. “El deporte me cambió la vida. Quiero que más jóvenes encuentren en él una herramienta de superación”, reflexiona.
A los 17 años, un accidente automovilístico le provocó una lesión medular. Hoy, es referente del deporte adaptado en México y ejemplo de que la resiliencia es también una forma de apuntar al oro.
El camino a Los Ángeles 2028 ha comenzado, y Omar Echeverría lo recorre con la mirada fija en el blanco y el alma dispuesta a inspirar.